Los momentos más aterradores de Coraje, el perro cobarde
Aquí tienes algunos de los momentos más perturbadores de Coraje, el perro cobarde, un show animado en el cual el terror se mezcla con el humor de manera inigualable:
¡Devuélveme la tablilla!
Uno de los episodios más memorables de Coraje, el perro cobarde, es La maldición del Rey Ramsés, en el cual Justo encuentra una tablilla egipcia antigua y por su avaricia, se niega a donarla o devolverla al espíritu que la cuida.
El momento más perturbador: cuando vemos por primera vez al protector de la tablilla, quien pide que la regresen.
El primo Fred está de visita
En este capítulo Coraje recibe un visitante con tendencias extrañas; es el primo Fred, quien tiene una gran sonrisa en su cara y un tema musical acompañante que le da un toque especial al ya escalofriante personaje.
El momento más perturbador: todo el capítulo, vale la pena ver El Espeluznante Fred.
El paquete misterioso
Coraje en la gran ciudad apestosa es el episodio en el cual los protagonistas de la serie visita Nueva York; en aquel lugar, Coraje es amenazado por una cucaracha gigante llamada Cucaracho para que le traiga un paquete maligno.
El momento más perturbador: Coraje llega a la dirección que le han dado y tiene que abrir varias puertas a través de las cuales descubre personajes siniestros.
Un momento aterrador en el primer capítulo de Coraje, el perro cobarde
En uno de los casos en que aplica el dicho «Lo que comienza bien, termina bien» es en este show animado; en el primer capítulo oficial (después del piloto) Justo, Muriel y Coraje se quedan en un hospedaje manejado por Katz.
El momento más perturbador: Como no reciben perros, Coraje se queda amarrado afuera, Katz libera una araña gigante que va por él y vemos cómo el protagonista lucha por escapar.
El momento más perturbador y el final de la serie
Aunque es difícil elegir solo uno, el siguiente momento debe ser el momento más aterrador que vemos en el programa:
Son muchos más los momentos perturbadores, pero estos van acompañados risas, ¡gracias a Coraje!